Viernes, 19 julio 2002 Año III. Edición 413 IMAGENES PORTADA
Deporte
Superliga y adiós

Sigue rodando la esférica... y cinco vacas sagradas abandonan el béisbol nacional.
por IVáN GARCíA, La Habana Parte 1 / 2
Ordóñez
El fabuloso 'short-stop' Rey Ordóñez
juega en las Mayores

Puede que no sea una mala opción tratar de elevar el techo del béisbol nacional efectuando un torneo —bautizado como Superliga de Béisbol— con los mejores peloteros locales, agrupados en cuatro selecciones.

Al no poder competir en los mejores circuitos profesionales del Caribe o Asia, por una nefasta decisión política, los jugadores necesitaban un certamen más exigente. Ya se sabe que debido al rifi-rafe que durante más de cuatro décadas mantienen Castro y los Estados Unidos, los peloteros de la Isla no pueden jugar en la Gran Carpa. La solución ha sido desertar.

Con envidia, los nuestros miran de soslayo las Ligas Mayores, y suspiran por los sueldos de seis ceros de algunos compatriotas como los hermanos Liván y El Duque Hernández, o el fabuloso short-stop Rey Ordóñez, quienes hasta hace unos siete u ocho años se sentaban junto a ellos en el mismo dogaut, y devengaban salarios de obreros, a pesar de jugar todo el año como si fuesen peloteros rentados.

Se ha mejorado el nivel de vida a las grandes estrellas de la Isla y el alojamiento y comida en los clásicos del patio. Pero se necesitaba aumentar la calidad. Después de terminar la temporada, apenas se lograba concertar topes con equipos foráneos de empuje. Se recurría a las concentraciones de tres o cuatro meses, y a los entrenamientos draconianos.

En no pocas ocasiones, la novena cubana llegaba sobreentrenada a las principales competencias internacionales. Como dificultad, la estrenada Superliga tiene que los jugadores se conocen entre sí y saben de sus virtudes y defectos. Otra limitante es el apoyo de la afición, pues ésta no se siente representada en un equipo donde lo mismo juega un capitalino que un camagüeyano.

Pero la calidad se impone. Y los cuatro conjuntos, Orientales, Centrales, Occidentales y Habaneros, tienen plantillas que impresionan.

Un elemento positivo para el espectáculo es que los 104 peloteros, más 22 que integran el team para los Juegos Mundiales Universitarios, son elegibles para la selección nacional. Por lo que se jugará con ardor hasta el último out.

Hasta principios de los 90, existió un torneo llamado Selectiva que agrupaba 8 equipos y era muy bien acogido por la fanaticada. Es probable que esta versión de ahora enganche a la afición, deseosa de buen béisbol, y que por los meses de julio y agosto solía tener un desierto en el deporte de las bolas y los strikes.

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