| ¿Béisbol de verano en Cuba? |
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| En proyecto una Liga estival en la mayor de las Antillas: nada nuevo bajo el sol. |
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| por ROGERIO MANZANO, New Jersey |
Parte 1 / 2 |
Dicen que habrá béisbol de verano este año en Cuba. En enero pasado, al iniciarse las acciones de la actual XXI Serie Nacional, se mencionó el proyecto con mucha rimbombancia. Se habló de agrupar el mejor material en un torneo más riguroso y consolidar una nueva lid que mantenga bajo fuego constante a las figuras de la selección principal.
Pero sucede que a los federativos del béisbol criollo les asusta cada vez más la entrada de los peloteros rentados a las competencias internacionales. No sólo por el hecho de las derrotas deportivas, que se hacen cada vez más frecuentes, sino también por el temor a la pérdida de sus puestos de dirigentes.
Fidel Castro les exige la victoria y ellos tienen que entregarla a como dé lugar. Es el precio por conservar sus cabezas encima del buró. Bajo tanta presión, no les queda más alternativa que inventar soluciones que apuntalen a Cuba en la elite mundial de esta disciplina y, además, le devuelvan la tranquilidad a sus familias.
En cambio, lo que se pretende mostrar como una fresca iniciativa de la Comisión Nacional no es nada que no se haya hecho antes, ni que despierte curiosidad. En Cuba hace rato que se jugó béisbol de verano, y del bueno.
El primero y más loable ejemplo lo fue la Liga Nacional de Baseball Amateur. Fundada en 1914, sus campañas se efectuaron hasta 1960, durante los meses más calientes del año. Aunque tenía un carácter esencialmente aficionado, la calidad competitiva desarrollada en este campeonato le hizo sostener una estabilidad admirable por 45 contiendas, suficiente para devenir como la contraparte más interesante de la Liga de invierno.
Otro caso de excelente pelota veraniega lo fue la participación de un equipo cubano en el circuito internacional de la Florida. Hacia el año 1946, con la entrada de la Isla al sistema de organizaciones menores del béisbol norteamericano, se crearon los Havana Cubans, posteriormente rebautizados como los Cubans Sugars Kings. Por 15 largas campañas, en la etapa más soleada del año, los cubanos pudieron asistir al Stadium del Cerro para disfrutar de la más significativa contienda de béisbol profesional de verano celebrada en toda la historia del pasatiempo nacional.
Empero, quizás el precedente más interesante y a la vez más infortunado resultó ser la Liga Profesional de Verano. También instituida en 1946, tenía como propósito mantener ocupados a los jóvenes talentos que por diversas cuestiones no tuvieron la suerte de firmar con ningún club para trabajar en el extranjero, y del mismo modo ofrecer una oportunidad a los atletas de mayor edad.
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