| El mundial de la confirmación |
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| En Taiwán, el equipo cubano tendrá que recuperar el terreno perdido en Sydney. Un comentario de Jorge Ebro, y los nombres de la selección. |
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| por JORGE EBRO |
Parte 1 / 2 |
Luego del abanderamiento habitual y los discursos de orden, partió la selección cubana de béisbol hacia Japón para terminar el ciclo de preparación física de cara al mundial de la disciplina que tendrá lugar en Taiwán, del 6 al 12 de noviembre. Como siempre, el objetivo es volver a la Isla con el oro brillando en el pecho, pero a diferencia de otras ediciones, este torneo será todo menos un paseo bajo alfombra roja.
En esta ocasión, Cuba presenta un plantel en el que se combinan experimentados peloteros y algunos rostros jóvenes, pero se nota que el aura de invencibilidad que rodeó a los conjuntos de los años 70, 80 y 90 no se extiende por encima de esta última versión. La inclusión de profesionales le ha dado más vida al béisbol mundial, pero menos lustre a los antillanos, que han visto que ganar no es un regla inamovible.
Mucho se ha comentado en la Isla sobre esta selección, sobre todo en torno a los veteranos. Se cuestiona la inclusión de Orestes Kindelán, quien sufrió recientemente ataques renales y se perdió casi toda la preparación. Antonio Pacheco fue otro que jugó poco en la Serie Nacional y en los entrenamientos debido a una fuerte sacro lumbalgia que se le ha convertido en un dolor recurrente.
Pero si estos dos titanes —con más de 36 años— son cuestionados por lesiones, el caso de Omar Linares es más peliagudo. El Niño tuvo una pésima campaña doméstica y una peor preparación. No obstante, se le concedió un voto de confianza. Uno más, porque Linares, hay que reconocerlo, ya no es aquel pelotero que fuera considerado el mejor amateur del mundo.
Juntos desde los equipos infantiles en su natal Palma Soriano, Kindelán y Pacheco han asistido a siete mundiales, mientras que Linares archiva seis. Posiblemente éste sea el último torneo del orbe al que asistan. El tiempo no da para más y a la olimpiada de Atenas veremos llegar una nueva oleada de figuras jóvenes.
También veteranos son Luis Ulacia —cercano a los 40 años— y José Estrada, que vuelve a la selección tras ocho largos años de ausencia, mientras que Germán Mesa sigue siendo el mejor en el campo corto.
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