Hija de Castro dirige programa de radio en Miami |
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AFP/ Alina Fernández, una de los ocho hijos conocidos de Fidel Castro y disidente que abandonó la Isla en 1993, dirige un programa en una radio hispana de la ciudad de Miami.
"Simplemente... Alina" es emitido cada noche en la emisora en español WQBA. Se trata de un programa de entrevistas, en el que Alina asegura que su principal consigna "es dejar que hablen los demás".
Producto de una relación de Natalia Revuelta, que aún vive en Cuba, con el gobernante cubano, Alina "genera a veces controversia porque algunos la ven como la hija de Castro", admite a la AFP Chuny Montaner, directora de programación de la emisora.
El programa se inició un 14 de febrero, "el día del amor, porque la propia Alina dice que fue el resultado de un tumultuoso amor", asegura Montaner.
Alina Fernández, autora de un conocido libro titulado Alina, memorias de una hija rebelde de Fidel Castro, es considerada ahora una disidente "moderada" y vive discretamente en una casa del barrio La Pequeña Habana de Miami, adonde llegó el pasado mes de julio.
Fernández, que tomó el apellido del esposo de su madre, abandonó Cuba en 1993 con un falso pasaporte español y una peluca para dificultar su identificación. Desde entonces ha vivido en Nueva York, Atlanta y Madrid, antes de elegir Miami, "porque es donde hay más cubanos, y porque estoy a 90 millas de Cuba", según dijo a la AFP pocos días después de llegar a esta ciudad.
La hija "rebelde" de Castro es una disidente moderada porque "salió hace pocos años de Cuba, y su experiencia ha quedado tamizada por su paso por varios países", explica Chuny Montaner. "Ella está entusiasmada" con el programa, añade.
La última vez que Alina vio a su padre en Cuba tenía poco más de 20 años. "Con él, era imposible mantener una relación personal normal, por sus ocupaciones y deberes peculiares. Era una relación esporádica, y el ritmo (de la relación) lo ponía él", relató Fernández.
Ahora Alina comparte su casa con una hija homónima en el barrio cubano por excelencia de Miami. Su relación con la comunidad cubana es poco definida. "No sé si me quieren, no pido que me quieran. Uno no puede gustar a todo el mundo. Lo que sé es que yo los quiero a ellos", afirmó este jueves al diario El Nuevo Herald.
Cerca de 700.000 personas de origen cubano residen en Miami, una comunidad nutrida de sucesivas oleadas de inmigrantes tras el triunfo de Castro en 1959.
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