| Hombre y naturaleza |
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| La fusión más antigua de la Historia es recreada y convertida en símbolo en la obra de José Bedia. |
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| por DENNYS MATOS |
Parte 1 / 2 |
El acentuado carácter ritual en la obra de José Bedia hace que el mito y la espiritualidad sean el terreno natural donde se desenvuelva con original eficacia. Quizá por eso la naturaleza simbólica sea el rasgo más distintivo de su poética. De ella se sirve para expresar el abismo que, en el mundo contemporáneo, separa inteligencia y sensibilidad, ciencia e ideología, espíritu y materia. En las estructuras opuestas sobre las que reflexiona, adopta un leguaje plagado de símbolos naturales (tierra, agua, fuego, aire, hombre-mujer), que intenta restituir la armonía primigenia fragmentada por el pensamiento instrumental.
Esta raíz simbólica está presente desde sus primeras obras de principios de los 80. En lo adelante, Bedia no ha hecho otra cosa que diversificar los objetos del discurso, con lo que, lógicamente, ha ampliado los registros de su capital expresivo.
En su primera exposición personal, La persistencia de uso (1984),en el Museo Nacional de Bellas Artes, resalta en sus cuadros e instalaciones el empleo simbólico de materiales simples y naturales. De este modo, los árboles, el sol, la luna o el útero, poseen existencia propia independientemente de su significación, pero sin dejar de representar algo. Esta manera de emplear los materiales es la que proporciona la textura "primitiva" que caracteriza a sus obras, en las que algunos han querido ver ciertos matices del art povera.
Mucho se ha hablando de los mitos, ceremonias y oficios del Palo Monte o Regla de Palo utilizados por Bedia a lo largo de su trabajo. Estos elementos, empleados de manera sintética por el artista, son la base estructural de sus mensajes. Sin embargo, si nos atuviésemos solamente a esta visión estaríamos reduciendo su horizonte interpretativo, lo analizaríamos como una búsqueda de lo particular a través de lo general, cuando en realidad ocurre lo contrario.
Su obra es evocación de lo general, presente en las construcciones mitopoéticas de distintas culturas, desde la reflexión interior del artista en la que se han asumido estas prácticas sincréticas como recurso de expresión simbólica.
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