Migas de bacalao en salsa verde |
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por PANTAGRUEL, Madrid |
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El bacalao es una de las materias primas culinarias que más se adapta a infinidad de recetas. La que hoy les ofrecemos es sencilla de preparar y sirve lo mismo como primer plato que como segundo, está lista en poco tiempo (si descontamos el dedicado a desalar el bacalao) y puede introducir interesantes variaciones en nuestra dieta cotidiana.
Ingredientes (4 raciones):
300g. de migas de bacalao
5 dientes grandes de ajo
1 mazo de perejil
1/2 cucharadita de pimienta
6 cucharadas de harina de trigo
1/2 litro de leche (aproximadamente)
5 cucharadas de aceite de oliva
4 papas grandes
Preparación:
Se desalan las migas de bacalao, cambiándoles el agua tres veces en dos o tres horas (si en el lugar donde vivimos no se comercializa el bacalao en migas, se puede hacer lo mismo con el bacalao en pencas, aunque el proceso de desalado durará mucho más, pues los trozos grandes ofrecen una menor superficie de contacto con el agua). Una vez desalado (siempre conviene probarlo para conocer el punto de sal), se escurre bien y se exprime con las manos para sacarle el agua sobrante. Se cortan en tiras de unos tres centímetros y se reserva.
Se disuelve la harina en una taza de leche.
En una sartén, se vierte el aceite y se doran los ajos a fuego medio, previamente machacados con la pimienta, sin dejar que frían demasiado. Una vez dorados, se añade el perejil lo más picadito posible y el resto de la leche. Cuando ésta comienza a hervir, se baja el fuego al mínimo y se va añadiendo la mezcla de leche con harina, sin dejar de mover. Una vez que la mezcla ha adquirido la consistencia de una salsa espesa, se añaden las migas de bacalao, se revuelve todo durante dos minutos y ya está.
Las papas se hierven, se pelan y se cortan en rodajas grandes. Se sirven en platos separados y se añade el bacalao en salsa verde por encima.
Esta receta puede tener variantes. Si lo deseamos, en lugar de papas, podemos acompañarla con arroz o, incluso, con espaguetis o macarrones. También puede sustituirse el perejil por albahaca o cilantro, con lo que obtendríamos nuevos sabores.
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