Lunes, 29 abril 2002 Año III. Edición 354 IMAGENES PORTADA
El caldero
Salsa picante de cilantro

por PANTAGRUEL, Madrid  

La receta de hoy no es un plato, sino una salsa que puede servir para acompañar todo tipo de frijoles, arroz blanco con guisos, carne frita o cualquier otro platillo de fuerte sabor. Su origen es peruano, aunque la he adaptado un poco, como hago casi siempre con las recetas para incluir variedad. Se trata de una salsa que no se cocina y se usa fría. Como es obvio, no se habla de raciones, ya que si sobra se puede guardar y, además, cada cual usará la cantidad que le resulte agradable.

Ingredientes:

2 cebollas moradas grandes
50 gramos de cilantro
1 taza de aceite, preferiblemente de oliva
2 cucharadas de vinagre
3 dientes de ajos
1/2 cucharadita de pimienta
3 chiles jalapeños (se pueden sustituir con otros ajíes picantes y, según el gusto, aumentar o disminuir la cantidad de picante)
Sal a gusto

Preparación:

Se cortan las cebollas en tiras, longitudinalmente, lo más finas posible. Una vez cortadas, se lavan bien y se dejan en un bol con agua durante unos 10 minutos, de modo que queden más hermosas y suelten lo más agresivo de su contenido. Luego se cuelan y se dejan escurrir hasta que estén más o menos secas. Se introducen en un recipiente hondo, no muy ancho, se añaden el aceite y la sal, y se revuelve bien todo, dejándolo reposar unos 10 o 20 minutos. Aunque en la Isla solemos utilizar el vinagre para los encurtidos, es mucho mejor el aceite, ya que los sabores suelen ser esenciales y, por tanto, se disuelve mejor en él y el sabor consiguiente resulta menos fuerte. Se machacan los ajos con un poco de sal y la pimienta, reduciéndolos a una pasta, que se añadirá a la cebolla y se revuelve bien. Con un cuchillo se corta el cilantro hasta reducirlo casi a polvo, sin emplear ningún aparato. Lo mismo se hace con el chile. Ambos ingredientes se agregan junto al vinagre, que se puede sustituir por el jugo de dos limones criollos, pero habrá que comerlo en el día, pues el jugo de limón se degrada rápidamente. Se revuelve todo nuevamente y se deja reposar. Ya está.

Pruebe sorprender a sus amigos con esta salsa espectacular, para quien guste del picante, claro.


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