Lunes, 16 diciembre 2002 Año III. Edición 516 IMAGENES PORTADA
Cultura
Guadalajara: ¿Víctimas en victimarios?

por JOAQUíN ORDOQUI GARCíA, Madrid Parte 1 / 2

El pasado 4 de diciembre apareció en esta misma página web un artículo titulado Guadalajara y los asnos sin garras, que me produjo una indignación aún mayor que los tristes hechos acontecidos en la feria que se celebra en la ciudad mexicana. El motivo de la diferencia de grado de mi ira radica en la sorpresa: del Gobierno de Fidel Castro espero cualquier bajeza, y espectáculos como el de marras no son más que una pequeñísima raya en el tigre que todos conocemos. Pero que un asiduo colaborador de nuestra publicación afirme que la diferencia fundamental que hay entre los escritores y artistas cubanos que participan en la delegación y las turbas manipuladas por La Habana para sabotear la presentación de Letras libres "no es gritar, aplaudir o saludar: La diferencia es poder hacerlo con voz propia. Lo demás es un problema de educación, respeto o salvajismo. En todo caso, siempre es preferible un salvaje espontáneo que un cortesano amable", me produjo un desagradable sobresalto. ¿Es el respeto a las ideas ajenas y la educación al discutirlas o manifestar las propias algo meramente adjetivo? ¿Es preferible un salvaje espontáneo, que te puede clavar un puñal con la más pura de las intenciones, que un cortesano amable cuyas manipulaciones acaso sólo te afectan tangencialmente?

Cualquiera de estas manifestaciones, descontextualizadas, significarían que su autor tiene un problema a la hora de establecer sus prioridades; aplicadas al tema en cuestión, no son otra cosa que la descalificación en masa de todos aquellos cubanos que han participado en el evento. Y las descalificaciones en masa, los juicios a priori y la osadía de juzgar la moralidad ajena sobre bases subjetivas son propios de los mecanismos inquisitoriales que tanto repudiamos en el régimen de Fidel Castro.

Pero Armengol no hacía más que empezar. Dos párrafos después afirma: "Los escritores y artistas de la Isla, o los pocos residentes en el exterior que forman parte de las actividades oficiales de la delegación cubana, deberían sentir una profunda vergüenza por lo ocurrido durante la presentación de la revista Letras Libres: un saludable rechazo por quienes ensuciaron el acto. Si no lo sienten, es porque ellos están sucios también".

Si obviamos el condicional "si", que dado el contexto no es más que un recurso retórico, obtenemos la certeza de que todos los aludidos no sienten la menor vergüenza por lo ocurrido, lo cual es falso. Conozco a muchos, cuyos nombres no mencionaré pues resultarían perjudicados, que ahora mismo sienten la profunda vergüenza a la que hace referencia Armengol, y si no la manifiestan es por miedo o por esa extraña forma de lealtad que generan los regímenes totalitarios y que suele ser conocida como síndrome de Estocolmo a partir de las simpatías mostradas por unos secuestrados por sus secuestradores en la capital sueca. Y lo primero que tiene que aprender una sociedad o los individuo civilizados es a respetar el miedo ajeno. Lo segundo, a respetar sus ideas, por muy distintas a las nuestras que ellas sean.

Salto a cont. Siguiente: Es muy fácil... »
1   Inicio
2   Es muy fácil...

Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

Domingo en la FIL
ALEJANDRO RíOS, Miami
Después de la orgía
NéSTOR DíAZ DE VILLEGAS, Los Ángeles
Las cartas de Teo
RAúL RIVERO, La Habana
Editorial: La Asociación Encuentro rebate acusaciones de La Habana
Putsch en Guadalajara
NéSTOR DíAZ DE VILLEGAS, Los Ángeles
El desfiladero de los malditos
JOSé HUGO FERNáNDEZ, La Habana
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
ojos de lector
biblioteca
el criticón
el caldero
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Mini
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.