Jueves, 14 noviembre 2002 Año III. Edición 494 IMAGENES PORTADA
Cultura
Aje Chaluga

por NATALIA BOLíVAR, La Habana  
Concha

Deambulando por la tierra africana, Ajé Chaluga, hombre que todos escuchaban pues por su boca hablaba la sabiduría de la antigua civilización egipcia, con sus misterios, sus grandes conocimientos de los movimientos astrales y de la naturaleza, se encontró con un pueblo que vivía en la abundancia y no repartía sus bienes con los pueblos aledaños que morían de hambre.

Todos lo saludaron —"¡Ajé, oh!; ¡Ajé, oh!"— sabiendo que su visita traería más desenvolvimiento a todos. Ajé, quien no podía entender cómo ellos no ayudaban a los demás, consumiéndose en una avaricia despiadada, no respondió al saludo, pero apreció la hospitalidad. Por supuesto, como todos sabían que hacia años él representaba la riqueza, lo colmaron de atenciones; pero el sabio entre los sabios reflexionaba para que los demás tomaran conciencia de que lo más importante era ayudarse los unos a los otros.

Decidió hablarles y se hizo una tribuna de madera de palma y hojas secas. Congregó a todo el pueblo y le habló de las virtudes que había que tener con el prójimo. Pero sucedió que nadie lo escuchaba.

Olofi, sirviéndose de los orishas Changó y Oyá, mandó una tormenta de rayos y truenos. Del cielo encapotado cayeron piedras y esto duró horas, días, semanas y meses. El pueblo, desesperado, pidió y pidió y sus hermanos de pueblos vecinos, los que arrastraban la desgracia, dividieron su pobreza. Ajé Chaluga rugió con su voz: "la carrera no la gana el más rápido."

Así medió con Olofi para que la tempestad se calmara y reinara la unidad entre los seres humanos y los pueblos. Cuando todo vino a la normalidad, aparecieron grandes conchas y todos reconocieron el poderío de Ajé Chaluga en ellas, adorándolo y respetando sus enseñanzas.

Ajé Chalupa es orisha de las primeras riquezas, de la suerte y también de la salud. Su emblema es una concha. Comerciantes y otras personas que buscan dinero activamente lo adoran como su patrón y sitúan dinero en conchas para propiciarlo. Se le considera venático, lleno de antojos y caprichos.

Ajé Chaluga regala sus favores arbitrariamente y con frecuencia no es al primero, sino al último, a quien bendice y mejora. En ocasiones importantes, cuando grandes cantidades de dinero han sido gastadas, es usual oír el grito de "¡Age, oh!" (en África), lo que implica que tales gastos han sido posibles gracias a la bendición del orisha. Tales ocasiones dan una demostración concreta de su generosidad. Encontrar una concha grande en el camino es considerado como signo de buena suerte. Igual que todos los orishas, aunque quizás en mayor medida, exige completa confianza en sus poderes.


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